Hace muchos años, participé con mi familia en un paseo organizado por la IAAR. No tenía ninguna expectativa especial, sólo me atraía el paseo. Había oído hablar muy poco de esta organización de nombre impronunciable.

Todos los proyectos IAAR estaban expuestos en el hall central con fotos y posters que atraían la mirada: Congo, Tanzania, Papúa-Nueva-Guinea… Cuanto más miraba más me sentía estar en contacto con las personas que mostraban las fotos, personas de lejanos rincones del mundo que, como yo, buscaban desarrollarse humanamente, crecer y alcanzar la felicidad.

En aquel momento hacía muy poco que había empezado la formación PRH, pero ya había sentido que el crecimiento personal era el camino que me acercaría cada vez más a mi actuar esencial. A mi gran frustración, no se trataba de una autopista sino más bien de un camino forestal lleno de sinuosidades y obstáculos. Sin embargo, aunque a un ritmo que no era el que yo me marcaba, sí constataba progresos.

Sentía una certeza profunda de que el crecimiento personal es la única forma de cambiar el mundo duraderamente. Al tomar las riendas de mi crecimiento, podria llegar a ser mejor persona, tanto yo como la gente de las fotos, pero también sus familias, sus próximos, su pueblo, su ciudad y el mundo. No sólo epiritualmente, sino materialmente también.

(No fue hasta mucho más tarde, cuando, con el grupo de trabajo de la IAAR buscábamos un eslogan, alguien lo formuló de forma muy bonita : «La plenitud personal, motor de progreso «…).

Esta llamada interior me movió a comprometerme de todo corazón. No era un trabajo sino un regalo. Nos reuníamos para recoger fondos para diferentes ptoyectos. Donábaos nuestros propio dinero. Fue a raíz de estas reuniones cuando decidimos que nos hacía falta una nueva página web, una página en cinco idiomas.

Llevar a cabo esta página web también me aportó mucha satisfacción. Fue un proceso creativo que nos unía y el resultado fue muy bien acogido. A continuación el grupo de trabajo decidió, además, escribir informaciones Flash. Para ser sincera, cuando veo todo el trabajo que esto implica, debo reconcer que a veces resulta pesado… Es repetitivo, a veces me quedo delante de la pantalla durante horas y estoy sentada durante demasiado tiempo.

Pero enseguida me concentro en el contenido, en las personas de que se trata. Personas cuya misión facilitamos por el trabajo que hacemos desde la otra punta del mundo.

Gente con la que me siento conectada. Sencillamente porque somos humanos, porque hemos elegido crecer. El crecimiento como motor de progreso…

Contact Us

We're not around right now. But you can send us an email and we'll get back to you, asap.

Not readable? Change text. captcha txt

Start typing and press Enter to search